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martes, 18 de diciembre de 2018

Mi despedida de Julia Otero.


Querida Julia y perdona por empezar diciéndote querida, pero te sigo teniendo aprecio, a pesar de todo.

El motivo de mi despedida son las consecuencias que en estos momentos estoy teniendo, a este twit tuyo.


En mi twit, criticaba a los hombres que apoyan a las mujeres que denuncian en falso. Ya sé que los feministas como tu, repetís una y otra vez el porcentaje de mujeres CONDENADAS por denuncia falsa, como si ese irrisorio porcentaje, fuera representativo de la CIFRA REAL DE DENUNCIAS FALSAS que se interponen.

Mezcláis a mujeres condenadas por denuncia falsa, con las mujeres que podrían haber presentado una denuncia falsa. ¿Sabías que no llega al 20% las denuncias de VG que acaba en condena del acusado? (Fuente: Las 166.620 denuncias por violencia machista de 2017, la cifra más alta desde que hay registros) ¿Eso convierte al 80% restante en denuncias falsas? NO. De igual manera que solo un 0,01% de denunciantes, sean condenadas por denuncia falsa, no convierte al 99,99% restante en denuncias verdaderas.

¿Sabías que la Fiscalía, no interpone medidas de forma generalizada cuando se encuentra ante un posible caso de denuncia falsa? Supongo que no lo harás, pero si quieres echa un vistazo a este artículo. En él hay fragmentos de sentencias, en los que se pueden leer declaraciones de mujeres acusadoras, en los que su testimonio tiene bastante apariencia de falso. Y la Fiscalía no hizo nada. ¿Solo el 0,014% de las denuncias por violencia machista son falsas?

No comparto que haya que meter en el mismo saco a víctimas reales de agresiones, con mujeres que denuncian en falso. Las segundas sacan provecho de una ley que fue creada para proteger a las primeras. Mujeres que realmente son víctimas de agresiones. Y en muchos casos, su vida corre peligro. Lo que hacen las segundas, me parece una de las cosas más mezquinas, que se pueda hacer en esta vida.

Tras cada denuncia falsa, esas que personas como tu silenciáis, hay hombres inocentes que pasan noches de calabozo y se enfrenten a un largo periplo judicial para intentar demostrar su inocencia. Y digo bien, ellos tienen que demostrar su inocencia. Ya que el feminismo ha conseguido invertir la carga de la prueba. Y en estos casos no hay que demostrar la culpabilidad, hay que demostrar la inocencia.

Pero no solo eso, ya que el ser detenido, en muchas ocasiones en tu casa, barrio o trabajo. Implica que tus vecinos, amigos o compañeros de trabajo, te empiecen a ver como un delincuente, que ha pegado a su mujer. Algo, que por si lo dudas, considero miserable.

Pero los hombres no son las únicas víctimas de las denuncias falsas. También están los hijos de esas parejas, que son privados de ver a su padre. Familias rotas por una DENUNCIA FALSA. 

Repito por última vez:
EN TODO MOMENTO, ESTOY  HABLANDO DE LAS MUJERES QUE DENUNCIAN EN FALSO. JAMÁS DE LAS MUJERES QUE DENUNCIAN UNA AGRESIÓN REAL. NI MUCHO MENOS LAS MUJERES VÍCTIMAS DE AGRESIONES QUE JAMÁS DENUNCIAN.
A ESAS TE REFERÍAS TU, NO YO.

Es indigno por tu parte utilizar la muerte de una persona, para acallar a alguien que está criticando a los hombres, que apoyan que otros hombres, sean encausados por un delito que no han cometido.

Y sin nada más que añadir y para evitar que un twit tuyo, en respuesta a uno mío, me vuelva a saturar la pestaña de menciones, con insultos y amenazas, te bloqueo.

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