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jueves, 13 de diciembre de 2012

A esos maestros de vocación frustrada...




La otra noche tuve la “suerte” de que uno de esos maestros de vocación frustrada se tropezara con uno de mis tweets, en el que cometí una “imperdonable” falta ortográfica: escribir “haber” en lugar de “a ver”. Es decir confundir el verbo “haber” con la preposición “a” más el verbo “ver” (esto no me ha hecho falta buscarlo en el Google, palabrita del niño Jesús). Gran fallo por el que debería ser sometido a 100 latigazos, pero mientras Gallardón no lo remedie esa ley no existe.