Querido Iñaki, y perdona por lo de querido si te molesta,
pero es verdad que te he cogido cierto aprecio, por aquello de verte cada
sábado noche, en tu programa y también gracias a algún intercambio tuitero.
Me parecías y me sigues pareciendo un buen presentador. Que
tienes por suerte o desgracia, cada sábado noche que lidiar con un grupo de
tertulianos, que en absoluto te facilitan tu trabajo. Y por ello mereces una
justa felicitación.
Y tras el “masaje” que diría Ferrán Monegal, vienen los
palos.