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jueves, 30 de junio de 2016

Agradecimientos La Trinchera.

Tras casi un mes jugando a esto de hacer radio en La Trinchera, tengo que agradecer el apoyo de mis seguidores de twitter.

Sí, de los miles de seguidores que tengo (ahora mismo estoy acercándome a los 5.000), la inmensa mayoría me han apoyado, escuchándome cada día. Ahí están las grandes audiencias que cosecho cada mañana ¡Hoy he tenido un pico de 10 oyentes!

Pero, en especial, quiero agradecer el apoyo a la comunidad creada entorno a La Cafetera de Radiocable. Se han volcado apoyando esta humilde emisión online.

Cada mañana, nada más publicar yo algún twit en el que, junto al hastag que usara La Cafetera esa mañana, incluía el enlace para poder escuchar mi programa, a los oyentes de La Cafetera les faltaba tiempo para hacer RT (algún twit ha llegado a tener 5 RTs!!!) o publicar sus propios twits promocionando mi programa. Ninguno se quejaba por usar el hastag de La Cafetera, nadie me ha hecho unfollow, ni me ha dicho que estuviera siendo pesado o que le pareciera mal el uso del hastag de La Cafetera para promocionar mi propio programa, todo eran ánimos y apoyo incondicional hacia este miembro de La Resistencia, que iniciaba esta divertida andadura en la radio online. 

La verdad, me resulta casi imposible contener las lágrimas de emoción ante el cariño con el que han acogido los miembros de La Resistencia de La Cafetera las emisiones de La Trinchera.

Una vez más, demostrando que somos más que un grupo de personas que escuchamos un programa de radio. Somos una familia, que siempre permanece unida, dándonos apoyo unos a otros.

De corazón, gracias. Y si alguna vez iniciáis algún proyecto y necesitáis mi apoyo, ya sabéis que podréis contar con el, igual que yo he contado con el vuestro.

Sin nada más que añadir y con los ojos empapados en lágrimas, recibid un saludo de este compañero.

@RojoCabreado.

P.D. Escucha este podcast en el doy más explicaciones. 


4 comentarios:

  1. ¿Te sientes como si predicaras en el desierto? Pues dímelo a mí: "El dilema de la edad" https://t.co/b2osHLHLPd
    Por cierto, soy Sinelo. Esta es mi identidad secreta

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    1. Ya veo la foto de tu avatar. Estos agradecimientos más que para los que no me escuchan, va para los que me están "ayudando" tanto. Una deuda que jamás podré pagar. (y ni ganas).

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  2. , Mi estimado @rojocabreado déjame hacer unas cuantas aportaciones a tu escrito que no me ha gustado na. Demasiada ironía en tus palabras y mucho me temo que, por lo general, la gente no suele percibir este tipo de figura retórica aunque se la tires a la cabeza envuelta en un adoquín. Es posible que mi comentario no te guste pero, como dice uno que yo conozco, me la pela. Y dicho esto me dirigiré a tus seguidores. Si alguno me hace unfollou o un mute… también me la pela. Y con la susodicha ya pelá, paso a exponer mis rumias sobre el tema.
    Conocí a @rojocabreado gracias a @juliaenlaonda. Me divertían sus comentarios y, aunque políticamente estamos en las antípodas, lo cierto es que estoy en las antípodas de todo el mundo, seguí sus twitts. Megustaron su agudeza a la hora de analizar algunas cuestiones pero, sobre todo, su honestidad. Cuando a Rojo no le convence algo, lo dice y se queda tan pancho. Gracias a Rojo y a sus múltiples twitts publicitando @radiocable , empecé a escuchar #lacafetera. Intercambiamos algunos twitts y cierto día me invitó a participar en un proyecto radiofonicointernetactivo (o algo así) que llevaría de nombre “#latrinchera”. Acepté de inmediato y ese mismo día ya estuvimos dando la barrila a 3 o 4 insensatos que se atrevieron a buscar la emisora. Después Rojo decidió continuar la programación en horario matinal una vez hubiera finalizado el programa de #lacafetera .
    Esta es la historia. Pues bien, cuando conocí@radiocable , me llamó la atención el ambiente de compañerismo y los guiños de solidaridad entre el presentador y sus oyentes. Ya lo he dicho, que, más allá de que la gente coincida o no con mis ideas, lo que me importa es la honestidad, la solidaridad y el apoyo a quienes lo necesiten. Todo esto parecía sobrar entre los miembros de la Resistencia. ¿He dicho “sobrar? Por los cojones. Visto lo que ha pasado durante el último mes con la radio de juguete del gruñón de Rojo, la conclusión a la que he llegado es que aquí hay más postureo que otra cosa. Señores, que es muy fácil apoyar al emigrante que se busca las habichuelas currando en Holanda o al pobre que tiene que huir de la guerra jugándose la pelleja en una patera que al compañero que tenemos a nuestro lado que busca un poco de ayuda entre los mismos a los que él ayudó en tantas otras ocasiones. Que sí, que ya lo sé, que son cosas distintas. Nos ha jodido. Claro que son distintas. Que unos están pasándolas putas mientras que el otro está con la taza de Nesquik, la pecé y el comedero pollos que ha montao en su terraza. Pero dicho esto convengamos en que, ni de coña me voy a creer que gente que no es capaz de hacer un simple RT publicitando la emisora del compañero vaya a mover un solo dedo en favor de la familia de sirios que malvive en Lesbos. Sí, cierto, mesadas de pelo virtuales, gañidos lastimeros con más ideología política que verdadera sensibilidad. Lamentarse por el que está lejos y porculizar al que tenemos cerca. Todo esto en un ambiente de baboseo al líder que ha terminado por disparar mi mala leche y cagarme en esta panda de insolidarios. Insolidarios que, no solamente se abstienen de apoyar al compañero sino que además le critican cuando el tipo publicita su radio en horario que debería estar destinado con exclusividad al cepillado y palmeteo en chepa del Gran Gurú. Gran Gurú que se ha limitado a realizar un par de gestos que más me parecen que han sido destinados al lavado de su propia conciencia que al apoyo de la persona que ha estado promocionando durante muchos meses su, vuestra, nuestra, querida Cafetera. “Si quieres miel no debes darle una patada a la colmena”. Esta fue su frase. La colmena no sé si merecerá patadas pero aquí hay varios que sí que se las merecen. En sus muy solidarios traserillos. Otra frase que me viene a la cabeza. En esta ocasión la dijo otro Fernando… Fernán Gómez: “¡A usté a la mierda!”

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